Antes del primer uso de después de cada uso: limpia el chupete cuidadosamente y desinféctalo.
Para limpiar el chupete te recomendamos un producto lavavajillas. Hiérvelo cuando lo desinfectes por primera vez.
Después de limpiarlo o desinfectarlo, saca el agua que quede en el interior de la tetina y después déjalo secar.
No limpies el chupete en el lavavajillas para evitar cualquier daño.
No desinfectes el chupete en el microondas para evitar cualquier deformación o daño.
Nunca ates un lazo o un cordón al chupete, el bebé podría atragantarse.
Examina cuidadosamente el chupete antes de cada uso, sobre todo si el niño tiene dientes.
Estira la tetina en todos los sentidos.
Tíralo cuando detectes cualquier signo de deterioro o fragilidad.
En algunos casos excepcionales, los niños consiguen meterse todo el chupete dentro de la boca.
Si eso pasa, mantén la calma.
Gracias a su diseño específico, el bebé no podrá tragarse el chupete. Además, los dos orificios de respiración del escudo le permitirán seguir respirando.
Sácale el chupete de la boca con tranquilidad.
Remplaza el chupete tras usarlo durante 1 o 2 meses por motivos de seguridad y de higiene.
Aunque aparentemente no esté estropeado, la resistencia del chupete puede disminuir.
No introduzcas el chupete dentro de un medicamente o sustancias azucaradas. No lo chupes.
Esto podría crearle caries al bebé.
No dejes el chupete dentro de soluciones desinfectantes en frío durante mucho tiempo. Solo el indicado por el fabricante.
El material podría dañarse.