Scholl Apósitos durezas x4

¿Qué tipos de callos y durezas pueden aparecer en los pies?

Los callos y las durezas en los pies son acumulaciones de piel endurecida que pueden desarrollarse debido a la fricción, la presión o el roce repetitivo en áreas específicas de los pies. Algunos tipos comunes de callos y durezas incluyen:

- Callosidades: Son áreas de piel engrosada y endurecida que generalmente se forman en áreas donde hay presión o fricción constante, como en la planta del pie, los dedos o los costados de los pies.
- Callos: Similar a las callosidades, pero con un núcleo más pequeño y concentrado de piel endurecida. Los callos a menudo se forman en los dedos de los pies, especialmente sobre protuberancias óseas o zonas de presión.
- Helomas: Son callos blandos que se forman entre los dedos de los pies a causa de la fricción, generalmente debido a un roce constante con el calzado.
- Durezas: Son áreas de piel endurecida que pueden ser dolorosas y se forman comúnmente en la parte inferior del pie, en especial en el talón o la bola del pie, debido al uso de calzado inapropiado o a la presión excesiva.

Las durezas, también conocidas como hiperqueratosis, pueden presentarse en diversas áreas de los pies y suelen ser el resultado de actividades diarias, el tipo de calzado utilizado o la anatomía del pie.

- Causas: Las durezas suelen formarse debido a la fricción y la presión excesiva en áreas específicas de los pies, como el talón, la bola del pie o los dedos.
- Síntomas: Las durezas pueden variar en tamaño y forma. A menudo aparecen como parches de piel gruesa, amarillenta o grisácea. Pueden ser dolorosas al caminar o al aplicar presión sobre ellas.
- Tratamiento: El tratamiento de las durezas puede incluir el uso de limas o piedras pómez para suavizar la piel, cremas o lociones hidratantes para ablandar la piel endurecida y el uso de almohadillas o protectores para reducir la presión sobre las áreas afectadas como los apósitos Scholl.